viernes, 1 de marzo de 2013

Línea de cajas: la explotación sin límites

Si la última vez que compramos en un supermercado fuimos atendidos por una cajera amable y con buena presencia, ello no refleja las condiciones en las que ella desarrolla su trabajo. El puesto en la línea de cajas de las grandes cadenas de supermercados, como Carrefour, Walmart, Jumbo, etc están en su mayoría ocupados por mujeres. Esto no es casual, ya que las empresas buscan mujeres solteras (si son madres mejor), sabiendo y aprovechando que soportan condiciones de flexibilidad hasta límites impensados, teniendo en cuenta que, muchas veces, es su único ingreso al hogar.


El trabajo consiste en cumplir determinada cantidad de horas realizando movimientos rápidos de forma repetida que, sumados a la atención constante que la cajera debe tener por estar trabajando con dinero, genera cansancio mental y problemas de salud (es moneda corriente la tendinitis, dolor de hombros, de cabeza) empeorados por la rotación de horarios, a veces con solo dos días de anticipación, que no permiten que la trabajadora descanse como debe.


Como si esto fuera poco, además hay que cumplir con un nivel de productividad, que en ciertos supermercados establece que las cajeras deben escanear como mínimo 400 productos por hora, sin tener ni un pequeño descanso entre un cliente y otro, y soportando la carga de ser “la cara visible” de la empresa y debiéndose hacer responsable de la “ineficaz atención” que denuncian los clientes como consecuencia de la falta de personal. Esto agrava aún más la situación, ya que deben sobrecargarse por ese personal ausente, tolerando la incomprensión y el maltrato de los clientes.


Frente a esta situación, el Sindicato de Comercio de Capital, dirigido por Armando Cavalieri, nos tiene completamente abandonadas. Además de recibir un salario que a duras penas nos alcanza para vivir, nuestra obra social (caracterizada por él mismo como un servicio en lugar de un derecho) rebalsa de afiliados y es incapaz de brindar una atención adecuada. Es evidente que la cuota que abonamos de nuestro salario no es utilizada para mejorar nuestra calidad de vida, sino para engordar los bolsillos de una burocracia parásita y corrupta.


Combativos Mercantiles plantea:


Que se aumente el monto por fallo de caja

Asignación familiar mínima de $700

Efectivización del personal contratado

Respeto del derecho al descanso

No a los turnos rotativos



Luchemos para recuperar nuestro sindicato y frenar estos atropellos patronales contra las mujeres trabajadoras. El camino es la organización, y la salida por izquierda.

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