WAL⋆MART:
En Octubre de 2007 Wal–Mart compro la cadena de hipermercados Auchan, y en Diciembre abrió sus puertas entre criticas y denuncias. Auchan no cumplía con las leyes vigentes y el Convenio Colectivo de Trabajo, que nos queda por esperar de Wal-Mart?, donde su dupla es “represión e inversión”.
Mientras anuncia millonarias inversiones para expandirse en el país, Wal-Mart exprime a sus trabajadores con el triple de exigencias, pésimos salarios y en condiciones de trabajo mas que precarias, que crean una falta total de respeto a los empleados.
Por ejemplo, además de la superexplotación, nos hacen cantar un himno de la empresa, un acto denigrante, un vejamen que se acompaña de otras agresiones culturales.
Los trabajadores de Wal-Mart, al igual que los de otras empresas de origen estadounidense, como Mac Donald´s o Burguer King, sufren una constante contaminación lingüística, por eso reclamamos que estas compañías trasladen los términos de habla extranjera al castellano y que se dicte una ley para ello.
Pero en Wal-Mart formular estas reivindicaciones como otras es “romper un molde”, y cuando se rompe el molde vienen los despidos y persecuciones. Incluso Wal-Mart es responsable de violar la ley antidiscriminatoria argentina y el convenio 98 de la O.I.T. Hace llamar a sus trabajadores “asociados”, cuando en realidad los únicos asociados son los directivos que cobran altas sumas de dinero a costa de los trabajadores, que no participamos de sus ganancias sino todo lo contrario.
Entre otras cosas, esta empresa contrata a ex represores vinculados a la ultima dictadura militar, como el ex oficial del Ejercito Alfredo Saint Jean, actual director gral. de seguridad de la empresa, que durante el proceso se desempeño en zonas donde la represión alcanzo puntos particularmente altos como Tucumán, Bahía Blanca, Azul y Tandil.
Así son las cosas en Wal-Mart, pero a la vez que proyecta invasiones a corto plazo de 450 millones de dólares en nuevas tiendas en Argentina, la empresa debe enfrentarse a una, cada vez mas unida, resistencia por parte de los trabajadores, logrando importantes avances.
Trabajadores de Wal⋆Mart
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Apriete sindical en Quilmes
Buenos Aires, ag. 29 (ANSud.com) - “Se puede saber qué carajo están haciendo”, preguntó el miércoles pasado el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio de Quilmes, Jorge Damiani, a los delegados de la sucursal que Wal-Mart tiene en esa ciudad, Cintia Díaz y Javier Velado. Junto a ellos, sus pares en una de las tiendas de la firma en Avellaneda, Omar Díaz y Martín Falcón, lo miraron al dirigente con sorpresa, pero “Pipo”, tal como lo conocen al sindicalista en la zona, no rectificó un ápice su actitud e incrementó la prepotencia de sus palabras.
Así, reclamó a los representantes gremiales de su sección que le dijeran “desde cuándo le piden información a Avellaneda”, en referencia a Falcón y Díaz. Y es que, sentados a la mesa del patio de comidas de la empresa, los cuatro delegados comparaban las escalas salariales y relevaban las operaciones ideológicas que se orquestan desde las oficinas de recursos humanos para escamotear beneficios que corresponden por ley a los trabajadores.
Según el testimonio de los empleados, Wal-Mart negó la entrada a los delegados de Avellaneda, razón por la cual se avocaron al desarrollo de sus tareas gremiales en el patio de comidas. Y a los pocos minutos, irrumpió Damiani, quien admitió que se enteró del mitin por un llamado del “gerente de personal de esa sucursal”.
Esta agencia comprobó que los delegados mantuvieron la calma. Sin embargo, el dirigente sindical no habría escatimado improperios ni gestos amenazantes. “Mirá, flaquito, agarrá todas tus cosas y tomatelás”, le espetó a Falcón, y retó sin trepidaciones a los miembros del gremio en la zona que lidera: “mañana los quiero ver a ustedes dos en el gremio”.
Un ex empleado de la empresa le dijo a ANSud.com que la situación es “paradójica”. “Para llevar adelante sus propósitos de mantener controlados a los delegados que defienden a los trabajadores, Wal-Mart apela a los mismos dirigentes del gremio mercantil”, explicó.
El encuentro de los cuatro delegados obedecía a que, en una labor conjunta, detectaron que la multinacional abona a los trabajadores de Quilmes la categoría correspondiente a los “vendedores”, pero se la niega históricamente a los que cumplen la misma función en el hipermercado de Avellaneda. También paga en el distrito cervecero distintos montos de tikets, a cuenta de futuros aumentos.
A su vez, los empleados de la ex tienda de Auchan, en Sarandí, percibían en su remuneración con el empleador anterior un ítem que se denominaba “Adicional Auchan II”. Desde que Wal-Mart adquirió la propiedad de ese mercado, el tópico desapareció de los recibos de sueldo, y los trabajadores protestan porque la firma emplea la táctica de “nivelar hacia abajo”.
Los delegados adujeron que, en ocasiones, esos artilugios resultan porque los directivos de la multinacional persuadieron a muchos empleados de que el recibo de sueldo es un documento confidencial, con lo cual se aplican descuentos arbitrarios que no se informan por el recelo que empeña cada uno en que el resto no conozca cuánto gana. Además, se quejaron del “completo abandono del ejercicio de representatividad” en el gremio y de la “conducta patotera de sus dirigentes”, tanto en Quilmes como en Avellaneda.
Al igual que el proceso de lucha que libran los obreros del subte en la ciudad de Buenos Aires, los empleados de Wal-Mart acusaron persecución sindical. En ese sentido, subrayaron que el “mayor patrocinador” de las barras que prepotean y agreden a los representantes genuinos de los reclamos de los trabajadores es precisamente la empresa.
www.delegadoswal-mart.blogspot.com
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